Chemins d'eau

Vamos rumbo al Parc Oméga para hacer un safari en auto entre la fauna quebequense. Circulamos rodeados de bisontes, wapitis, osos, ciervos, jabalíes y lobos en libertad. Por la noche, incluso podemos dormir con los lobos. ¡Auhhh!

A última hora de la tarde, se impone un parada para tomarse una golosina en Chocomotive. Aprovechamos para visitar el centro de interpretación y su taller. El chocolate y el azúcar tienen certificación biológica y de comercio justo. ¡Sabor!

El día comienza con el murmullo de las cascadas. Con un desnivel de 63 metros, ¡son impresionantes! Un sendero de 1 km une la base con el punto más alto. Pabellón histórico, animación y mirador: es un lugar ideal para hacer un picnic.

En el parque nacional Plaisance, la fauna alada anima el lugar. Garzas, águilas pescadoras, patos y compañía nos saludan. Senderismo, bici, canoa, kayak y camping se añaden al placer de descubrir el río Outaouais. ¡No olvides los binoculares!

Una visita al Museo de la Sociedad de Historia de Buckingham nos permite descubrir la historia de Buckingham y sus alrededores gracias a artefactos, fotos, textos y tabletas interactivas.

El resto del día se desarrolla en el agua. El Centro náutico de la Lièvre renta diferentes tipos de embarcaciones, como kayaks, canoas, bicicletas de agua, canoas rabaska y planchas de paddlesurf. ¡Órale! ¡A pedalear, remar o bracear!

Empezamos el día con cultura. El museo presenta diversas exposiciones y la historia de los Primeros Pobladores. Los más pequeños se divierten a lo loco en el Museo Infantil. La arquitectura de este museo por sí sola vale la visita.

Éco-Odyssée permite descubrir el hábitat del castor en laberintos terrestres y acuáticos. Ofrecen recorridos en canoa, pedalo o a pie. ¡Una aventura estratégica! ¿A la derecha o a la izquierda? ¡Oh no! Creo que nos hemos perdido...

Durante el verano, se puede descubrir el legado patrimonial de la central eléctrica de Rapides-Farmer, situada a unos pocos kilómetros del centro de Gatineau. Esta central eléctrica, en funcionamiento desde 1927, le irá fascinando cuando conozca su historia, sus obras hidroeléctricas y su sitio encantador. Entrada gratuita.

La mañana la pasamos en la Maison Fairnbairn. La casa de 160 años y su granero patrimonial albergan diferentes exposiciones educativas, históricas y artísticas. Podemos descubrir la historia de la parte sur del Valle de Gatineau.

Seguimos en la ruta Chemins d'eau. Una parada en el museo del albergue Symmes, a orillas del río Outaouais, es imprescindible. Clasificada como monumento histórico, este antiguo albergue nos relata su historia, y la de su fantasma Hannah...

Eso de la cultura está muy bien, pero también hay que moverse. Nada mejor que una buena bocanada de aire puro en el Parque Gatineau y ascender por el sendero de 300m que lleva a la cascada Luskville. ¡La vista desde arriba es espléndida!

Agárrate fuerte, porque en la tarde, nos pegan un buen meneo en Horizon X Rafting. Los rápidos del río nos dejarán despeinados, pero el placer es intenso. La adrenalina sube al máximo. Terminamos empapados y sin glamour, ¡pero felices!

En la mañana, la visita a la elegante casa que perteneció a Georges Bryson nos hace soñar. Presenta diversas exposiciones y muebles del siglo XIX. Podemos también tomar el té de las 5, elegantemente, ¡con el meñique levantado!

Para terminar la ruta, viajamos por los aires de este parque, gracias al recorrido de obstáculos en árboles, tirolinas gigantes y via ferrata. Un sendero de interpretación nos relata asimismo la historia del arrastre de troncos por río.