Aprovechamos los grandes espacios de Charlevoix, un paraíso para los enamorados del invierno. Luego paseamos por las pintorescas calles de Baie-Saint-Paul, antes de detenernos en algunos lugares para comer de la zona, donde se degustan especialidades locales que hacen de este viaje algo inolvidable.
46 Kms
Entre ríos, montañas, pueblos pintorescos y sabores locales… Este recorrido reúne en tres días todo el encanto de Charlevoix, que quedará grabado en nuestra memoria.
Momentos intensos
Regiones
Curvas entre valles y montañas en Charlevoix
Comenzamos nuestro día en este enorme espacio de juego, con un panorama espectacular. Aquí se puede disfrutar juegos al aire libre todo el invierno. Ciclismo, raquetas de nieve, esquí nórdico, patinaje al pie de los acantilados… El increíble Vallée des Glaces nos deja con la boca abierta.
La Route des Montagnes ofrece vistas increíbles de los impresionantes picos de Charlevoix y espectaculares puestas de sol. En esta ruta, la palabra aventura cobra altitud.
Día para descubrir Baie-Saint-Paul
Vamos a descubrir Baie-Saint-Paul que, tanto en verano como en invierno, está en constante efervescencia Con museos, tiendas y galerías de arte, es conocida por su dinamismo cultural y sus encantadoras calles, que parecen de postal.
Para finalizar este día, cenamos en el restaurante Saint-Pub de la microcervecería Charlevoix para probar sus platos originales, cocinados con cervezas caseras. Luego pasamos por la tienda Ravito para descubrir las exclusividades cerveceras del momento.
Pequeñas escalas gourmet
Se imponen algunas paradas. Aquí también visitamos productores imprescindibles como Omerto o también Les Volières de Baie-Saint-Paul y llenamos nuestra cesta con buenos productos locales antes de emprender el camino hacia el siguiente destino.
