Es como una recompensa que nos ofrecemos a nosotros mismos. Nuestros hoteles y albergues en complejos turísticos están situados en la montaña o cerca del agua, no muy lejos de un pueblo. El placer se ve acrecentado por la cocina del terruño y las actividades al aire libre o de relax (spa). Rodeados de naturaleza, ¡desconectamos de todo!