Desde cabañas en los árboles a las profundidades marinas, Québec sorprende con sus alojamientos, que se salen de lo ordinario. Dormir en la copa de un árbol o con los lobos. O en un tipi, una yurta, un faro, una casa de hobbies inspirada en El Señor de los Anillos… Los más audaces escogerán un iglú, o directamente el Hotel de hielo!
Estaciones
¿Sabías que?
Deja las sábanas atrás
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Escuchar el bosque
Podemos alargar el tiempo que pasamos en el bosque, quedándonos a pasar la noche. Tenemos cabañas entre los árboles o directamente en los carboles. Son rústicas, pero cómodas. Sonidos de la naturaleza incluidos.
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Largas noches invernales
Oscurece temprano, entonces las noches son largas. Tras un día al aire libre, merecemos disfrutar de un cálido reposo rodeados de nieve en el Hotel de hielo, en un iglú, un refugio o una yurta.
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Dormir con animales salvajes
Un zoo por la noche, ¿te atrae la idea? Dormir cerca de los lobos, osos, caribúes u otros animales, incluso si no es acurrucados con ellos, resulta una experiencia inolvidable (que hay que reservar con mucha antelación).
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En el lecho de la historia
Un sitio patrimonial convertido en alojamiento es el encuentro entre Historia con H mayúscula y la historia que podrás contar tras tu estancia. Faro, submarino, mansión, presbiterio… ¡tenemos donde elegir!
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Inmersión en la cultura autóctona
Pasar la noche en un tipi, una casa comunal u otro alojamiento de las Primeras Naciones te permite zambullirte en su universo, después de haber participado con ellos en actividades que reflejan sus tradiciones.
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De insólito a inusual
Pssst, tenemos más sugerencias originales: puedes dormir en una bóveda acristalada, un camión, una roulotte gitana, una casa flotante, una burbuja sobre pilotes o una casa de hobbits.
