La cabane à sucre (cabaña de azúcar) es una tradición primaveral en Québec. Tradicional o reinventada, es una reunión festiva. Casi todos los platos que se sirven están bañados en miel de maple: jamón, frijoles horneados, salchichas, huevos, crepas. Una vez que hayas comido hasta más no poder, te hacemos bailar al ritmo de las canciones populares. Otros prefieren pasear en trineo o caminar por el bosque... con una paleta suave de caramelo de maple, ¡por supuesto!
Estaciones
¿Sabías que?
Cabañas con estilo propio
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La rústica
Nos encanta, porque está ubicada en el bosque y su arquitectura se integra perfectamente con la naturaleza que la rodea. Por lo general está construida con troncos y un techo de metal de colores. El cálido interior está iluminado por viejos candelabros que filtran la luz en la sala adornada con enormes vigas, el piso de madera devuelve el eco de los bailarines que danzan al ritmo de melodías folclóricas. Su cocina es tradicional, generosa y sabrosa.
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La gastronómica
Aquí revisitamos los clásicos de la choza de azúcar manteniendo, por supuesto, el jarabe de arce como protagonista principal en todos los platos. Su decorado suele ser una mezcla de lo tradicional y lo contemporáneo. Brioches de pato confitado, sopa de cebolla con jarabe de arce y queso Oka, crêpes con foie gras, piña con jarabe de arce, jamón desmenuzado y muchas otras delicias harán felices a los golosos gourmet.
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La familiar
Es el lugar perfecto para endulzarse la boca en familia, pero sobre todo para divertirse. Se pueden realizar paseos en trineos y en carretas tiradas por caballos o tractores. Animación, juegos al aire libre, raquetas de nieve, minigranja, baile y visitas guiadas a los hervidores son solo algunas de las actividades que harán las delicias de grandes y pequeños. ¡Sin olvidar, por supuesto, la degustación de la tira de maple sobre la nieve! ¡Ñam, ñam!
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La urbana
Nos gusta tanto la choza del azúcar que incluso la reproducimos en la ciudad. El evento Cabane Panache se celebra durante un fin de semana en Verdun a finales de marzo. Instalamos un campamento de leñador y una escena musical. Bien enfundados en nuestros abrigos, nos llenamos la barriga con platos de choza de azúcar y bailamos al son de la música tradicional. Es genial, porque se puede llegar en metro y en transporte público.
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La íntima
Para quienes prefieren la tranquilidad, hay muchas pequeñas chozas de azúcar. No ofrecen animación y el ambiente es confortable. En ocasiones es posible reservarlas completas para un grupo. ¡Su cocina es, por supuesto, tan sabrosa como las otras!
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La vegetariana
¿Vegetariana? ¡Y sí! Sirven cretones, salchichas y sopa en versiones vegetarianas, frijoles sin tocino, tofu revuelto con jarabe de arce, ragú de albóndigas de legumbres, brie con arce, papas asadas, crêpes, pastel de almíbar y mucho más. Realmente queremos que nuestras chozas de azúcar complazcan a todos. ¡Buen provecho!
