Québec es como un cuadro vivo. Lo admiramos, lo imaginamos, y podemos también vivirlo en la vida real. Ver el agua correr a raudales, calentarnos las mejillas al sol, oler la tierra y escuchar el soplo del viento. Es una naturaleza que no engaña. Ahí está, dispuesta a revelar la nuestra.
Salvaje, rica y protegida a la vez, la naturaleza quebequense ofrece mil y una actividades al aire libre. Tanto en verano como en invierno, es un inmenso campo de juego. En la tierra, en el agua o en el aire, juega con nuestras emociones y nos hace vivir este viaje como una gran aventura.
Admirar las auroras boreales del Gran Norte o las estrellas de los Cantones del Este, escalar montañas, integrarse con el bosque o relajarse a orillas de un lago: Québec sabe hacernos viajar.
Con 200 áreas protegidas en Québec, partimos al descubrimiento de paisajes salvajes que albergan una fauna y flora tan diversa que reconectamos instantáneamente con nuestra verdadera naturaleza.
Del alce a la ballena, cerca de 650 especies animales viven por todo el territorio de Québec. Sobre la tierra o en el agua, existen mil maneras de conocerlos. Podemos observar estas especies en su hábitat salvaje, en un parque o en un refugio.
Cada estación es una aventura
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