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Cuando la naturaleza se invita a sí misma a la ciudad, somos nosotros los convidados.
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Está tan presente y es tan frágil que, para protegerla, hay que meterla bajo un cristal, como el Principito con su rosa. Con una diferencia: se nos invita dentro de la campana. Los parques regionales y municipales están concebidos para nuestro disfrute. ¡Y los aprovechamos al máximo!

Estaciones

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Los parques regionales y ciertos municipios proponen actividades al aire libre adaptadas a las diferentes temporadas, todo el año.

¿Sabías que?

Le saviez-vous ?

A descubrir absolutamente

Son muchos los espacios naturales en ciudad o sus alrededores. Los parques nacionales y municipales facilitan el acceso a la naturaleza.

Parques regionales

A veces urbanos, a veces en la periferia de ciudades y a veces en la región, una cosa está clara: los parques regionales son siempre recreativos. Son grandes, podemos practicar senderismo de corta y media duración, en montaña o en llano.

El 90% de los parques regionales tienen senderos peatonales (una media de 25 km)

Algunos ofrecen incluso senderos en entornos húmedos. Sin vivir peligrosamente, porque se preocupan de que no nos mojemos los pies. Podemos incluso pasearnos en silla de ruedas. La observación e interpretación de la naturaleza es accesible, y es como una segunda naturaleza en casa. Podemos hacer escalada y bañarnos el mismo día. Podemos pescar, hacer una barbacoa y gritar: "¡Alicia, a comer!" O ir a patinar y tomarnos una pausa con un buen chocolate caliente. Salir en bici y hacer un picnic de camino. Si te gusta salir a jugar con la familia o entre amigos, ¡el placer está asegurado!

Parques municipales

Incluso en las ciudades, carburamos a base de clorofila, al canto de los pájaros, gracias a nuestros numerosos parques municipales. Llenos de verdor en primavera, se recubren de un blanco puro en invierno, cuando podemos salir a esquiar y a patinar. En verano, son lugares para reunirse, donde podemos correr, hacer senderismo, jugar al frisbee, hacer yoga o un picnic con una copa de vino.

Existen pocos límites a las actividades que podemos practicar, y no tenemos ninguna vergüenza a la hora de vaguear bajo un maple o un abeto cerca de una laguna, mirando los patos.

Los árboles de los parques son los pulmones de la ciudad

Algunos parques son tan grandes que son un lugar de ocio y actividades culturales. Osheaga y los Piknic Électronik se celebran en el parque Jean-Drapeau en Montréal, mientras que el Carnaval y el Festival de verano de Québec tienen lugar en los Plaines d’Abraham