Lo llamamos el Extremo Norte. Aquí todo es grande y te hace sentir tan pequeño con miles de kilómetros de tundra, bosque boreal, montañas, arroyos. Es vivir una aventura en estado puro. En verano, los días son casi infinitos y puedes experimentar las cuatro estaciones en 24 horas. ¿Y en el invierno? El cielo se anima con coreografías luminosas: las auroras boreales. ¡Simplemente espectacular!
Cómo llegar
Distancias de las ciudades principales
¿Sabías que?
A descubrir absolutamente
Glaciares, meteoritos y ventiscas han sido los forjadores de este territorio y sus ocupantes. Una fauna mítica, una flora que puedes ver crecer ante tus ojos y 14 pueblos enclavados en la vastedad de grandes bahías.
En el reino de la fauna ártica
Este es el territorio de Rodolfo y sus amigos. Aquí a un reno le llamamos caribú. En la primavera, miles de ellos emprenden una migración de 3.000 kilómetros desde la Bahía James hasta los confines de Nunavik, entre la bahía de Hudson y la bahía de Ungava. Incansable, el caribú.
Comparte su reino con el lobo, el zorro y la perdiz nival. Como son árticos, en invierno se vuelven todos blancos. Ya no los podemos ver. Excepto el oso polar, que es capaz de olerlos a kilómetros de distancia.
El oso polar es un mamífero marino y puede nadar 150 km... ¡fácil!
Los osos y los inuit han vivido juntos durante milenios y se respetan mutuamente. En un safari fotográfico, si no traes un guía inuit, te arriesgas a la confrontación. El oso está en la parte superior de la cadena alimenticia. Los morsas, belugas y focas que se acercan demasiado a la costa se convierten rápidamente en una excelente fuente de proteína. ¿Y si nos encontrarnos con un oso? Sería mejor ser una ballena, un buey almizclero o tener un amigo inuit a su lado.
Una cultura animada por historias y juegos
Los inuit tienen la alegría de vivir en su ADN. Su toponimia está llena de humor. Un partido de canto de garganta siempre termina en una gran carcajada. Ah, pero si te ríes, pierdes. Los buenos jugadores hacen que sea más importante para ellos participar que ganar.
Nunavik es una cultura de cuatro mil años. La vida está marcada por la naturaleza y sus estaciones, y por la topografía de su territorio. Se dice que los inuit tienen 50 palabras para nombrar la nieve, ya que la precisión de esta simple palabra es importante en sus vidas. En realidad, “solo” hay 12.
En Nunavik, son sobre todo las mujeres las que participan en los cantos de garganta.
Hay 14 comunidades establecidas en las bahías de Hudson y de Ungava, y innumerables historias que contar. Cuando regresas de una expedición a Nunavik, ¡los recuerdos solo lo iguala el tamaño de los peces que aparecen en sus historias de pesca!