Girar en patines o descender las laderas cubiertas de nieve sobre una cámara de llanta nos transporta a nuestra infancia. ¿Cómo no maravillarnos al toparnos con un ciervo en una pista de patinaje en el bosque o cuando una gran rueda de la fortuna ilumina nuestras piruetas con su luz? Más de 40 centros para deslizarse te ofrecen emociones fuertes. En cuanto a las pistas de hielo, ¡las tenemos por todos lados!